Nota del escritor: Muchas gracias por sus comentarios y antes de que comiencen reproduzcan este vídeo https://www.youtube.com/watch?v=BUPSisnGxgY La canción no tiene nada que ver con la historia pero me parece que lo que dice es hermoso :') y quiero decir que me senti bastante bien escribiendo el principio de la historia pero no el final, pero no todo puede tener un final feliz.
Capitulo IV ~Final.
La luna estaba menguando, Bill estaba sentado frente a la chimenea de su casa tomando
chocolate caliente en su silla mientras esperaba que Tom volviera de la casa de
Alicia con un pastel que ella había preparado para ellos dos.
Cerros sus
ojos imaginando todo lo que había pasado en el mes que acababa de terminar.
Cosas hermosas habían pasado por ejemplo, estaba casado y disfrutando del ser más
hermoso de la tierra, Tom.
De luna de miel se habían ido a visitar Perú, habían
estado allí por un semana entera visitando cada pueblo, debía admitir que había
sido la mejor experiencia de su vida, visitar machu picchu había sido lo mejor
de todo, había liberado su alma de tantos dolores, sin duda alguna ese viaje
había sido espiritual.
Su salud había mejorado bastante pero eso no quería
decir que el resultado fuera a cambiar, “eso” cada vez estaba más cerca pero ya
no tenía miedo, lo único que le preocupaba era Tom, pero sabía que conseguiría
consuelo.
Nunca se imagino que consiguiera a su alma gemela
seis meses antes de la fecha aproximada que le habían dicho que le quedaba, y
aunque muchos dijeran que era injusto él se conformaban con que aunque sea se
le hubiese permitido estar con una persona que le ama. Había disfrutado de cada
momento junto a Tom, cada caricia, cada palabra, y lo mejor de todo era que él
no lo trataba como si le quedara poco tiempo de vida.
Era tan feliz junto a Tom que dormía en paz y no
tenia tantos dolores, Tom era atento.
Cuando le dolían las piernas y el cuerpo entero, él
le sobaba hasta que se quedaba dormido,
cuando tenía dolor de cabeza le cantaba o masajeaba la cabeza hasta lograr un
estado de relajación completo, ya no lloraba por las noches y todo era gracias
a él, a Tom, su Tom, por siempre.
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Ser feliz siempre había sido uno de los objetivos
que tenía Bill, ahora que tenía esa felicidad no quería que nadie se lo
arrancara.
—Bill, ven conmigo.
Tom entro en la habitación, Bill
lo miro frunciendo el ceño observando la ropa que traía puesta. Tenía solo una
bata de baño y quizás algo más debajo pero no podía ver que era.
— ¿Qué te traes? —le pregunto
Bill.
—Solo quiero darte algo
importante para mí. —respondió Tom sonriendo.
—Bueno, me gustan tus sorpresas.
—Bill se levanto de la cama y se coloco sus pantuflas.
—Pero no quiero que te lleves las
pantuflas, solo ven descalzo.
—Está bien. —el pelinegro frunció
el ceño de nuevo.
Bill se acerco a su esposo y le
tomo la mano dejándose llevar hasta donde él quisiera, iría con él al fin del
mundo de ser necesario. Minutos más tarde estuvieron dentro de una habitación
especial de la casa, era un baño en
donde había un jacuzzi, era el lugar de relajación en donde Bill estaba la
mayoría del tiempo ya que el agua le relajaba los dolores. Ya Bill se imaginaba a donde iba eso, los dos
desnudos y Tom entrando en él, la sola idea lo puso duro como una roca.
—Así que quieres que hagamos el
amor. —le susurro Bill colocándose frente a Tom para darle un beso en los
labios.
—Quiero que hagamos el amor, sí.
—Tom le coloco las manos en las caderas.
—Ya veo que quieres estar dentro
de mí. —el joven alzo una pierna y le rozo la entrepierna a su hombre.
Tom se estremeció pero lo aparto
un poco. Bill se sintió confundido.
— ¿Qué sucede? —pregunto.
—Quiero que hoy sea diferente.
—Tom abrió la bata de baño sin dejar descubierto nada aun.
— ¿A qué te refieres con
diferente?
—Te amo y quiero darte algo que
es muy importante para mí.
Bill frunció el ceño.
—Quiero darte mi virginidad. —las
mejillas de Tom estuvieron ruborizadas por primera vez desde que se conocían.
El menor se aparto un poco
analizando cada palabra dicha por él, la
virginidad era algo que no se esperaba, sintió el corazón hinchado de la
emoción.
—Tommy ¿Estás seguro de esto? —susurro Bill mirando
aquellos ojos que brillaban, las mejillas de Tom estaban visiblemente
ruborizadas y no era propio de él. El corazón le estallo de ternura.
—Estoy completamente seguro, quiero darte lo que
nadie ha tenido de mí porque eres a quien amo y quien lo merece. —trago saliva
y se saco la bata de baño quedando complemente desnudo frente a su esposo. —
quiero que me ames esta noche que seamos uno solo.
Bill escaneo el cuerpo de Tom con su mirada, él era
increíble, guapo, sensual, se acerco a él y le acaricio la mejilla, bajo hasta
los hombros tensos de Tom y le susurro en el oído.
—Te amaré y te cuidare por siempre mi Tom, para
siempre.
Tom cerró los ojos emocionado, tomo el rostro de
Bill en sus manos y lo beso dulcemente, un beso tímido, inseguro pero lleno de
amor. Bill no estaba acostumbrado a ser él quien llevara las riendas del acto
sexual pero sabía lo que tenía que hacer e iba a ser cuidadoso con él.
—Te amo mucho Bill. —susurro Tom, dándole pequeños
besos en los labios.
—Yo
a ti mi ángel.
El mayor se aparto del menor y se dirigió hacia el
jacuzzi, allí entro y se sentó en el borde, Bill sonrío y se comenzó a sacar la
ropa, estaba flacucho, esquelético pero Tom lo quería así, la ropa estuvo toda
fuera de su cuerpo, entro en el jacuzzi y se arrodillo frente a Tom colocando
sus manos en los muslos de él y acariciándolo para que se relajara, mientras
agarraba el grueso miembro de él y lo mimaba lo miraba directamente a los ojos
dándole seguridad, el tío estaba nervioso y era de esperarse.
Con una sonrisita maligna Bill se levanto y junto
con él, Tom. El pelinegro le dio la vuelta al rubio y le beso el cuello, los
hombros y le susurraba palabras dulces al oído para hacerlo entrar en
confianza, le acaricio el cuerpo entero y ambos consiguieron quedar arrodillados,
el agua solo les cubría la mitad de los muslos.
Bill se posiciono en la entrada de Tom y fue
entrando con delicadeza, Tom se tenso y cerró los ojos, él sabía que le dolería
al principio. Bill le beso la espalda y lo acariciaba mientras seguía entrando,
estando ya adentro comenzó a moverse despacio era una nueva experiencia para él
y por Dios que lo amaba, se sentía bien. Tom lo recibía perfectamente, estuvo
moviéndose lento hasta que la entrada de su esposo se acostumbro a la invasión,
comenzó a moverse rápido hasta que Tom estuvo gimiendo de placer, era
maravilloso escucharlo, era el mejor recuerdo que iba a tener en lo que le
quedaba de vida.
Largos y delirantes minutos después, Tom alcanzo su
orgasmo y Bill derramo toda su semilla dentro de Tom, salió de él y lo volteo para
darle un apasionado beso, Bill se tumbo en el jacuzzi dejando el agua
acariciarle la parte baja de su cuerpo y Tom se sentó entre sus piernas dejando
caer suavemente su cabeza en el hombro de su esposo. Bill le beso la mejilla.
—Eso fue… eso tenemos que hacerlo de nuevo. —susurro
Tom recuperando su aliento, su pecho subía
y bajaba mientras Bill le acariciaba.
—Cuando tú quieras bebé, cuando tu lo desees. —Bill
le beso el cuello y nuevamente la mejilla. — te amo.
—Hasta el final de los tiempos.
Tom agarro las manos de Bill y le beso los dedos,
uno por uno, el pelinegro cerró los ojos y sintió cada beso como el último.
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El diez de junio Bill fue internado de emergencias
en el hospital por presentar una fuerte infección en los pulmones debido a que sus
órganos ya no estaban funcionando correctamente, el doctor había sugerido
dejarlo internado porque en cualquier momento él partiría.
Tom estaba completamente destrozado mirando como la
vida de Bill se esfumaba tan rápido. Bill por su parte trataba de estar calmado
y mostrarse alegre aunque su cuerpo estuviera a punto de explotar.
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Ángela ya tiene ocho meses de embarazo y la
enfermedad de Bill ya ha acabado con el 70% de su cuerpo, estuvo quejándose por
los dolores con más frecuencia y se desespera por no conseguir tranquilidad,
había perdido parte de su cabello y estaba en los huesos. Bill en sus momentos
tranquilos hablaba con Tom sobre lo que tiene que hacer cuando él ya no este.
—Recuérdame como el hombre que conociste antes de saber
de mi enfermedad Tom.
—Lo haré cada día de mi vida.
Bill nunca había visto a Tom llorar frente a él
pero en ese momento, él rubio estaba llorando como un crío sin consuelo, trato
de ser fuerte, trato de no llorar pero sus ojos estaban nublados y suspiro.
—Recuerda ser feliz cuando yo no esté, con otro
hombre tal vez, pero quiero que seas feliz.
—No podre amar a nadie como a ti. —el rubio lloraba
a moco tendido sobre el abdomen de Bill.
—Lo harás Tom, porque quiero que seas feliz. Debes
prometerlo o te juro que voy a jalarte los pies todas las noches hasta que te
busques a otro hombre y seas feliz. —dijo entre dientes.
—Lo prometo. —el mayor alzo la vista mirándolo a
los ojos. — aunque eso de que me jales los pies en la noche me agrada, sería
una forma de verte.
— ¡Tom!
—Lo siento. —suspiro y busco un pañuelo para
limpiarse los líquidos de la nariz.
—No quiero que después de muerto tú vayas a mi
tumba a llorar Tom.
—Pero me gustaría visitarte siempre.
—Yo no voy a estar allí, del polvo llegaste en
polvo te vas a convertir, Harriet Beecher Stowe dijo una vez, “Las lágrimas más
amargas derramadas sobre tumbas son por palabras que no se dijeron y cosas que
no se hicieron.” Y tú me has dicho todo, además yo estaré aquí. —Levanto la
esquelética mano y le toco la frente con el dedo índice— y aquí —le señalo el
corazón— siempre.
Tom comenzó a llorar de nuevo. Bill le apretó la
mano lo más fuerte que pudo y lloro también, estaba resignado pero aun no quería
irse.
Georg entro en la habitación con lágrimas de gran
tamaño en sus ojos, él también estaba muy afectado con todo eso pero cuando
Bill medio lo vio supo que no era por él.
—Mi hija acaba de nacer, oh Dios cachorro,
Anastasia acaba de nacer, prematura pero es una niña saludable.
Bill sintió el corazón crecerle dentro del pecho, quería
levantarse de allí pero apenas y podía hablar y mover las manos.
—Quiero… quiero verla. —susurro antes de
desmayarse.
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Ya era común que se desmayara cada que se
emocionaba o se agitaba, cuando Bill despertó observo a Georg y a Ángela
sentados en el sofá con un bulto rosado en los brazos, Bill no podía ver bien
lo que era. Se sintió mareado y respiro con dificultad mientras buscaba a Tom
con la mano.
—Aquí estoy. —le dijo Tom dándole la mano y un beso
en la frente.
Bill asintió incapaz de hablar, cada día le costaba
más mantenerse despierto.
—Al fin despertaste Bill. —Taemin se acerco y le
dio un beso en la frente— estuviste así por tres días.
Bill suspiro y busco a Georg con la mirada pero ya
no podía ver mucho. Georg se acerco hacia él con su hija Anastasia en brazos.
—Traje a alguien para ti Bill, es Anastasia, mi
hija.
Bill abrió los ojos y trato de verla, su visión se
aclaro un poco y pudo ver a la pequeña y prematura niña, Georg la acostó a su
lado y él pudo moverse un poco para sentirla y olerla, la niña tenía las
mejillas gordas y rosadas una preciosa nariz pequeña y los ojos abiertos de par
en par, verdes como los de su padre. Una lagrima rodo sobre su ojo derecho y
susurro.
—Tu vienes cuando ya yo me voy, prométeme que vas a
cuidar de mi esposo y mis hermanos, se que los harás feliz.
Trato de agarrar la pequeña mano de la niña pero el
esfuerzo le hizo agitarse demasiado, él aparato que llevaba sus latidos comenzó
a pitar, de repente él ya no podía respirar, sintió que la vida se le iba, y lo
último que sintió fue a Tom apretarle la mano y decir
—Te amo por siempre Bill.
"Me diste un para siempre dentro de días enumerados"
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AYYYYYY LLORO POR DIOS QUE TRISTE PERO QUE HERMOSO ESTUVO CIELOS RAI FUE PRECIOSO ESPERO MAS HISTORIAS ASI BELLA UN BESO
ResponderEliminarwaaaaaaaaaaaaa T.T hermoso -ahora yo lloro a moco tendido-
ResponderEliminarmuy hermoso Rai...
Siempre logras que llore y lo que escribes causa tantas cosas al leer T.T
cuídate y un abrazo :D