martes, 2 de julio de 2013

Two Shot: "Alana"

Hola chicas, antes de que comiencen a leer me gustaría decir que si a alguna no le gusta este tipo de historias que se retire y no haga algún comentario que pueda ser molesto.

Esta historia llego a mi cabeza un domingo por la mañana, en la madrugada soñé con un embarazo entonces me dispuse a crear esta historia, amo el TORG (Romance entre Georg y Tom) y pues me encanto, por lo que decidí escribir, tuve que dividirla porque me quedo un poco larga así que,  espero les guste y dejen su opinión.




 Título: Alana
Autor: Raibelys

Clasificación: PG-17
Categoría: Slash Tom/Georg
Género: Romance
Advertencia:
Lemon, Mpreg, Relación establecida, Universo Alterno.
Disclaimer: Todos los personajes reconocidos públicamente son propiedad de sus respectivos dueños. Los personajes originales e historias son propiedad de cada autor. No se está lucrando con este trabajo ni se pretende infringir los derechos de autor.
Resumen: Tom ha estado sintiéndose mal durante tres meses, decide hacer una visita al médico y para su sorpresa esta embarazado. Debe encontrar la manera de decírselo a Georg y entonces así esperar a Alana.




Barner hecho por: DropdeadRainbow89

 Capitulo I



—Señor Kaulitz, los resultados de sus análisis de sangre ya están aquí, si puede tomar asiento por favor.


El muchacho de cabello largo se sentó frente al escritorio de su médico con los nervios de punta. Después de dos días esperando por esos benditos resultados al fin sabría lo que tenia.


—Esto no es algo que suceda con frecuencia —dijo la mujer rubia frente a él— todos los síntomas que usted tiene se deben a un cambio que está ocurriendo en su interior.


Las manos del joven temblaban como gelatina, tuvo que agarrar el dobladillo de su camisa para controlarse un poco, mordió su labio inferior y suspiro. ¿Qué la mujer no podía ir al grano? ¡Estaba a punto de morirse de los nervios!


—Usted es una incubadora, tiene un pequeño ser creciendo en su interior, felicidades señor Tom está usted embarazado de diez semanas.


Las palabras cayeron como un balde de agua fría sobre el cuerpo de Tom, sus ojos viajaron hasta los de la médica y luego hasta el papel que tenía en las manos, no podía estar embarazado, eso era… biológicamente imposible.


—Esto no… no me puede estar pasando. ¿Está segura que no confundió los resultados?

—Estoy 100% segura de eso señor, me he quedado sorprendida con el resultado pero ahí muy bien dice, positivo en embarazo.


No quería ni siquiera preguntar como había sucedido porque él ya lo sabía.


—Necesito hacerle un ultrasonido, venga conmigo.


Tom asintió sin poder creerlo todavía, cuando Georg se enterara ¡Iba a matarlo! No, no podía porque él llevaba a su bebé en el vientre. Se encamino con la mujer hasta el área de maternidad de la clínica, el recinto gozaba de un espacio amplio y tranquilo decorado con globos y juguetes de bebé en rosado y azul, sonrío al ver el área de juegos para los niños que venían con sus madres embarazadas, siempre le habían gustado los niños y pensó en tener algunos pero no llevarlos él en su vientre.


—Espere sentado allá —la doctora señalo los asientos al lado del área de juegos— voy a preparar algunas cosas y sé que quiere discreción.


Él trago saliva y asintió, ¡Jesús! No estaba preparado para eso. A paso lento se acerco a los asientos y se sentó, junto a él, tres mujeres con sus vientres hinchados le sonrieron, era una situación incómoda, porque cuando le preguntaran ¿Qué iba a decir? “Hola, soy Tom y tengo diez semanas de embarazo” sí ellas no se apartaban de él entonces era un milagro.


—Hola. —dijo una mujer pelirroja, la más cercana a él, tenia ojos claros y la piel fina y pálida, su vientre estaba a punto de reventar.

Tom la miro y le sonrío educadamente—Hola.

—Es un poco raro ver a un hombre solo por aquí ¿Estas esperando a tu mujer?


Justamente era la pregunta que no quería que le hicieran, ¿Su mujer? Querría decir su hombre, de repente sintió nauseas.


—Oh cariño ¿Te sientes bien? —pregunto ahora la chica de piel morena, ella tenía el vientre más pequeño, unos cinco o seis meses.


Él negó con la cabeza, ¡síntomas de embarazo! ¡Yeih!


—Sí no fuera porque eres hombre diría que estas preñado. —Esta vez fue la mujer de color quien hablo en un acento brasileño.

—Yo… esto… estoy…


Balbuceaba palabras pero las nauseas pudieron mas con él, se levanto corriendo en busca del baño y lo encontró, entro en un cubículo y se arrodillo en frente del inodoro descargando todo lo que había desayunado esa mañana. «Mierda» estuvo vomitando por unos minutos hasta que todo desapareció y se sentó muy quieto.


— ¿Señor Tom?


La voz de la Dra. Whitman irrumpió aquel silencio obligando a Tom a levantarse y salir con la cara pálida y una mano en su estomago. La mujer sonrío.


—Son los síntomas, ven conmigo, voy a darte algo para que se te quite, después de hacerte el ultrasonido. ¿De acuerdo?


Él asintió y se dirigió hasta el lavabo, lavo sus manos y camino con la doctora, las tres mujeres que le habían hablado anteriormente lo miraron sonriendo, él les devolvió el gesto, ellas eran agradables.


Al entrar a la habitación observo los aparatos para el ultra sonido, una enfermera le sonrío amablemente  y salió del lugar dejándolo a solas con Whitman, ¡Dios! Estaba más nervioso que al principio, pero a la vez estaba ansioso y emocionado por ver eso que crecía dentro de él.


—Bien, recuéstate allí. —Señalo la camilla— y levántate la camisa.


Tom obedeció y se recostó donde se le indicio, subió su camisa y su abdomen masculino y bien trabajado quedo al descubierto, trataba de imaginar cómo sería cuando estuviera hinchado, de solo imaginarlo le temblaban las piernas.


—Estate quietecito y relajado, todo está bien.


La doctora le untó un gel azulado sobre su abdomen y vientre, estaba demasiado frío, coloco el transductor sobre su vientre y comenzó con la búsqueda hasta que encontró algo muy pequeño que se encontraba en una bolsita.


—Aquí esta.


Él dirigió su mirada hacia la pantalla y el corazón le salto en el pecho, era algo muy pequeño, parecía un frijol y no pudo evitar soltar dos lagrimas, ¿Cómo no iba a amar a ese pequeño frijolito que crecía dentro de él? Era suyo, una parte de él y de Georg.


—Como podrás observar aun está muy chiquito, te voy a dar una cita para el martes para ponerte en control prenatal.

 —Está bien.


Todavía seguía mirando aquella cosita pequeñita que le pertenecía a él  y al hombre que amaba, la pregunta que rodeaba su mente era ¿Estaría Georg preparado para recibir aquella noticia?


***


—Hola cariño.


Georg entro en la habitación que ambos compartían y se sentó en la cama, el moreno de cabello largo observaba cada movimiento de Tom, sabía que estaba nervioso por algo, había estado así la última semana.


— ¿Te pasa algo? He notado que esta semana estas un poco sensible y nervioso. ¿Estás bien bebé? —Él se levanto de la cama y camino hacia Tom, acaricio la mejilla de él y lo beso suavemente en los labios.


Tom le devolvió el beso y le abrazo, sus cuerpos quedaron unidos, sin un centímetro de separación entre ellos.


—Georg, te amo lo sabes ¿verdad?


Georg asintió besando la corona de la cabeza de su novio. —Lo sé, tú sabes que yo te amo con todo lo que soy.


Tom respiraba pegado al fuerte pecho de Georg, no sabía que sería tan difícil decirle que iba a ser padre.


Georg noto que Tom estaba temblando y su ritmo cardiaco era acelerado, se preocupo.


— ¿Podrías decirme lo que te sucede? Me tienes sufriendo.


Él joven se apretó con mucha más fuerza al pecho, trataba de no llorar, trataba de decirlo pero al parecer las palabras habían desaparecido de su boca. Georg hizo un poco de fuerza para despegar a Tom de su cuerpo y observo aquello ojos color miel que brillaban llenos de lagrimas, él no iba a preguntar, él, beso los ojos de Tom eliminando las lágrimas y luego le beso la nariz.


—Estoy embarazado Georg.


Inmediatamente Georg lo soltó y dio dos pasos hacia atrás sin saber que decir. ¿Embarazado? ¡¿Embarazado?! Tenía que ser una broma.


—Yo se que te sorprende y que no pensaste que esto fuera a pasar pero bueno ya el bebé viene en camino. —decía Tom mirándolo, los ojos de Georg estaban llenos de confusión.

—Pero Tom eres… eres un hombre—susurro.

—Lo sé, se que lo soy pero la naturaleza a veces cambia y entonces suceden cosas como estas, yo he estado una semana tratando de convencerme y he llegado a la conclusión de que no me interesa como paso o porque, lo único que sé, es que quiero a mi bebé, a mi frijolito.


Georg no podía dejar de mirarlo con sorpresa, bajo su verdosa mirada hasta el vientre de Tom y sintió escalofríos, « ¿Embarazado?» seguía preguntándose. No, no estaba preparado para esa responsabilidad ¡Jesús! Ni siquiera había planteado tener hijos alguna vez, como hombre sabía que no podría y tener una mujer estaba más que descartado porque amaba a Tom con todo su corazón y no iría tras una mujer.


—Se que no planeabas tener un hijo, yo tampoco pero esto sucedió y quiero a mi bebé. —Tom observaba el rostro perplejo de Georg, esté no lo miraba a los ojos, miraba su vientre. —Es nuestro bebé.


Tom se acerco un poco temeroso y le agarro las manos, las coloco sobre su vientre y suspiro.


—Yo lo vi, es muy pequeñito, apenas y se distingue lo que es, pero yo lo vi y puedo decirte que ese día sentí que mi corazón se iba a salir de mi pecho, es algo que no puedo explicar con palabras, es nuestro, Georg, una pequeña parte de ti y una de mí.


Los ojos de Georg viajaron desde el vientre hasta el rostro ruborizado de Tom, su Tom, el hombre que por alguna cuestión extraña de la naturaleza lo iba a hacer padre, era un bebé, de los dos, ambos lo habían hecho sin pensarlo pero con amor, no iba a abandonarlo, jamás dejaría a su Tom y a su bebé solos.


—Oh Dios mío.


Tom sintió un alivio cuando escucho las palabras de Georg, pensó que se había quedado mudo o algo, el hombre estaba pálido como el papel, pero no podía alegrarse todavía, ni siquiera sabía que era lo que él iba a decirle.


— ¿Estás conmigo en esto? O voy a tener que cuidar de mi frijol yo solo.


Georg río bajo al escuchar como Tom se refería a lo que incubaba en su vientre, iba a hacerle una broma antes de contestar a eso.


—Yo no sé quién te mando a no cuidarte, no quiero a ese hijo, no lo querré es algo que no tenia en mis planes ¡Jesús! Apenas tengo veintiséis años ¿Estas mal de la cabeza o qué?


Él castaño negó con la cabeza y se aparto tratando de procesar aquellas palabras, no era la respuesta que esperaba.


—Yo… yo pensé que tú… que tú ibas… —el labio inferior comenzó a temblarle, se obligo a calmarse. — ¿Cómo puede ser que digas que no vas a querer a tu propia sangre? Te puedo creer que no me quieras a mí pero ¡ES TU HIJO TAMBIÉN!

—Es tuyo solamente, yo no quiero tener nada que ver con eso, ve y búscale otro padre, yo no puedo.


Tom se acerco a él y le dio un puñetazo en la mandíbula, no se iba a burlar de él, él muy imbécil no conocería nunca a su hijo. Georg estaba tirado en la cama con la mano en la mandíbula.


—Pensé que me amabas, pensé tantas malditas cosas y tú, tú —le señalo mirándolo con rabia— eres igual a todos los demás.


Georg se levanto de la cama y sangraba por el labio, tenía una sonrisa picara en su rostro lo que provoco la ira de Tom de nuevo, esté lo pateo en la pierna y justo cuando iba a darle otro golpe en ese precioso rostro, Georg le grito.


— ¡Detente! Estoy bromeando contigo.


Tom tenía el puño en el aire preparado para destruir el rostro que tanto amaba.


—Estoy… estoy jugando contigo, yo jamás te dejaría con el bebé solo, te amo, te amo mucho y me haré cargo de los dos.


«Maldito imbécil» pensó Tom antes de apartarte y echarse a llorar como un crío, estaba nervioso, con el corazón acelerado y la adrenalina corriendo por sus venas ¿Y él muy tarado decidía jugar con él? Le dio otra patada en la canilla y cubrió su rostro con sus manos.


—Lo siento bebé, no pensé que fueras a ponerte así. —Georg se acerco a él y lo abrazo, le acariciaba la espalda tratando de calmarlo, ahora se arrepentía de haber jugado esa broma.

—Eres un estúpido, yo casi me muero cuando me dijiste eso, Soy un hombre embarazado  por Dios, eres un insensible. —sollozo— y yo un bebé llorón, Jo, malditas hormonas.

—Lo siento de nuevo, pero quería jugarte la broma, yo no me siento preparado para ser padre pero supongo que me llego la hora. —le dijo besando la frente de Tom.


Tom le dio un fuerte golpe en el abdomen y Georg quedo doblado.


—Jo… ¡Te dije que todo era un juego!

—Eso te lo ganas por jugar con los sentimientos de un hombre embarazado, eres un idiota pero como te amo.


Georg sonrío aun doblado tratando de recuperar el aire, Tom y sus hormonas. Sí Tom era así en pleno desarrollo del embarazo, no quería si quiera imaginar cómo sería cuando estuviera a punto de dar a luz.

5 comentarios:

  1. Espera, que nunca me había atrevido a leer algo como esto. Ésta tu historia es muy divertida, reí. Amé como Georg le jugó una broma a Tom. :)
    Es algo diferente a lo que tú has hecho, pero esta perfecto. Si te gusta y te inspiras. Adelante.

    Por lo que veo será una niña (?

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  2. MORI DE RISA...ME ENCANTO ESPERO LA SEGUNDA PARTE

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  3. Divertida Historia jejeej

    Diferente y Original, estoy acostumbrad a Twincest pero TORG nunca habia leido.

    Rei eres unica.

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  4. Hola rai jajajja si a los siglos que me asomo jajaj pero bueno al fin tube tiempo para leer esta historia ^^

    Estauy divertida esta historia jajaj de veras me gusto mucho aun nuca eh leido un twincest entre gom y george :)

    SIgue asi!!

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