Esta historia llego a mi cabeza un domingo por la mañana,
en la madrugada soñé con un embarazo entonces me dispuse a crear esta historia,
amo el TORG (Romance entre Georg y Tom) y pues me encanto, por lo que decidí
escribir, tuve que dividirla porque me quedo un poco larga así que, espero les guste y dejen su opinión.
Título: Alana
Autor: Raibelys
Autor: Raibelys
Clasificación:
PG-17
Categoría: Slash Tom/Georg
Género: Romance
Advertencia: Lemon, Mpreg, Relación establecida, Universo Alterno.
Categoría: Slash Tom/Georg
Género: Romance
Advertencia: Lemon, Mpreg, Relación establecida, Universo Alterno.
Disclaimer: Todos los
personajes reconocidos públicamente son propiedad de sus respectivos
dueños. Los personajes originales e historias son propiedad de cada
autor. No se está lucrando con este trabajo ni se pretende infringir
los derechos de autor.
Resumen: Tom ha estado sintiéndose mal
durante tres meses, decide hacer una visita al médico y para su sorpresa esta
embarazado. Debe encontrar la manera de decírselo a Georg y entonces así
esperar a Alana.
Barner hecho por: DropdeadRainbow89 |
Capitulo I
—Señor
Kaulitz, los resultados de sus análisis de sangre ya están aquí, si puede tomar
asiento por favor.
El
muchacho de cabello largo se sentó frente al escritorio de su médico con los
nervios de punta. Después de dos días esperando por esos benditos resultados al
fin sabría lo que tenia.
—Esto
no es algo que suceda con frecuencia —dijo la mujer rubia frente a él— todos
los síntomas que usted tiene se deben a un cambio que está ocurriendo en su
interior.
Las
manos del joven temblaban como gelatina, tuvo que agarrar el dobladillo de su
camisa para controlarse un poco, mordió su labio inferior y suspiro. ¿Qué la
mujer no podía ir al grano? ¡Estaba a punto de morirse de los nervios!
—Usted
es una incubadora, tiene un pequeño ser creciendo en su interior, felicidades
señor Tom está usted embarazado de diez semanas.
Las
palabras cayeron como un balde de agua fría sobre el cuerpo de Tom, sus ojos
viajaron hasta los de la médica y luego hasta el papel que tenía en las manos,
no podía estar embarazado, eso era… biológicamente imposible.
—Esto
no… no me puede estar pasando. ¿Está segura que no confundió los resultados?
—Estoy
100% segura de eso señor, me he quedado sorprendida con el resultado pero ahí muy
bien dice, positivo en embarazo.
No
quería ni siquiera preguntar como había sucedido porque él ya lo sabía.
—Necesito
hacerle un ultrasonido, venga conmigo.
Tom
asintió sin poder creerlo todavía, cuando Georg se enterara ¡Iba a matarlo! No,
no podía porque él llevaba a su bebé en el vientre. Se encamino con la mujer
hasta el área de maternidad de la clínica, el recinto gozaba de un espacio
amplio y tranquilo decorado con globos y juguetes de bebé en rosado y azul, sonrío
al ver el área de juegos para los niños que venían con sus madres embarazadas,
siempre le habían gustado los niños y pensó en tener algunos pero no llevarlos
él en su vientre.
—Espere
sentado allá —la doctora señalo los asientos al lado del área de juegos— voy a
preparar algunas cosas y sé que quiere discreción.
Él
trago saliva y asintió, ¡Jesús! No estaba preparado para eso. A paso lento se
acerco a los asientos y se sentó, junto a él, tres mujeres con sus vientres
hinchados le sonrieron, era una situación incómoda, porque cuando le
preguntaran ¿Qué iba a decir? “Hola, soy Tom y tengo diez semanas de embarazo”
sí ellas no se apartaban de él entonces era un milagro.
—Hola.
—dijo una mujer pelirroja, la más cercana a él, tenia ojos claros y la piel
fina y pálida, su vientre estaba a punto de reventar.
Tom
la miro y le sonrío educadamente—Hola.
—Es
un poco raro ver a un hombre solo por aquí ¿Estas esperando a tu mujer?
Justamente
era la pregunta que no quería que le hicieran, ¿Su mujer? Querría decir su
hombre, de repente sintió nauseas.
—Oh
cariño ¿Te sientes bien? —pregunto ahora la chica de piel morena, ella tenía el
vientre más pequeño, unos cinco o seis meses.
Él
negó con la cabeza, ¡síntomas de embarazo! ¡Yeih!
—Sí
no fuera porque eres hombre diría que estas preñado. —Esta vez fue la mujer de
color quien hablo en un acento brasileño.
—Yo…
esto… estoy…
Balbuceaba
palabras pero las nauseas pudieron mas con él, se levanto corriendo en busca
del baño y lo encontró, entro en un cubículo y se arrodillo en frente del
inodoro descargando todo lo que había desayunado esa mañana. «Mierda» estuvo
vomitando por unos minutos hasta que todo desapareció y se sentó muy quieto.
—
¿Señor Tom?
La
voz de la Dra. Whitman irrumpió aquel silencio obligando a Tom a levantarse y
salir con la cara pálida y una mano en su estomago. La mujer sonrío.
—Son
los síntomas, ven conmigo, voy a darte algo para que se te quite, después de
hacerte el ultrasonido. ¿De acuerdo?
Él
asintió y se dirigió hasta el lavabo, lavo sus manos y camino con la doctora,
las tres mujeres que le habían hablado anteriormente lo miraron sonriendo, él
les devolvió el gesto, ellas eran agradables.
Al
entrar a la habitación observo los aparatos para el ultra sonido, una enfermera
le sonrío amablemente y salió del lugar
dejándolo a solas con Whitman, ¡Dios! Estaba más nervioso que al principio,
pero a la vez estaba ansioso y emocionado por ver eso que crecía dentro de él.
—Bien,
recuéstate allí. —Señalo la camilla— y levántate la camisa.
Tom
obedeció y se recostó donde se le indicio, subió su camisa y su abdomen
masculino y bien trabajado quedo al descubierto, trataba de imaginar cómo sería
cuando estuviera hinchado, de solo imaginarlo le temblaban las piernas.
—Estate
quietecito y relajado, todo está bien.
La
doctora le untó un gel azulado sobre su abdomen y vientre, estaba demasiado frío,
coloco el transductor sobre su vientre y comenzó con la búsqueda hasta que
encontró algo muy pequeño que se encontraba en una bolsita.
—Aquí
esta.
Él
dirigió su mirada hacia la pantalla y el corazón le salto en el pecho, era algo
muy pequeño, parecía un frijol y no pudo evitar soltar dos lagrimas, ¿Cómo no
iba a amar a ese pequeño frijolito que crecía dentro de él? Era suyo, una parte
de él y de Georg.
—Como
podrás observar aun está muy chiquito, te voy a dar una cita para el martes
para ponerte en control prenatal.
—Está
bien.
Todavía
seguía mirando aquella cosita pequeñita que le pertenecía a él y al hombre que amaba, la pregunta que
rodeaba su mente era ¿Estaría Georg preparado para recibir aquella noticia?
***
—Hola
cariño.
Georg
entro en la habitación que ambos compartían y se sentó en la cama, el moreno de
cabello largo observaba cada movimiento de Tom, sabía que estaba nervioso por
algo, había estado así la última semana.
—
¿Te pasa algo? He notado que esta semana estas un poco sensible y nervioso. ¿Estás
bien bebé? —Él se levanto de la cama y camino hacia Tom, acaricio la mejilla de
él y lo beso suavemente en los labios.
Tom
le devolvió el beso y le abrazo, sus cuerpos quedaron unidos, sin un centímetro
de separación entre ellos.
—Georg,
te amo lo sabes ¿verdad?
Georg
asintió besando la corona de la cabeza de su novio. —Lo sé, tú sabes que yo te
amo con todo lo que soy.
Tom
respiraba pegado al fuerte pecho de Georg, no sabía que sería tan difícil
decirle que iba a ser padre.
Georg
noto que Tom estaba temblando y su ritmo cardiaco era acelerado, se preocupo.
—
¿Podrías decirme lo que te sucede? Me tienes sufriendo.
Él
joven se apretó con mucha más fuerza al pecho, trataba de no llorar, trataba de
decirlo pero al parecer las palabras habían desaparecido de su boca. Georg hizo
un poco de fuerza para despegar a Tom de su cuerpo y observo aquello ojos color
miel que brillaban llenos de lagrimas, él no iba a preguntar, él, beso los ojos
de Tom eliminando las lágrimas y luego le beso la nariz.
—Estoy
embarazado Georg.
Inmediatamente
Georg lo soltó y dio dos pasos hacia atrás sin saber que decir. ¿Embarazado? ¡¿Embarazado?!
Tenía que ser una broma.
—Yo
se que te sorprende y que no pensaste que esto fuera a pasar pero bueno ya el
bebé viene en camino. —decía Tom mirándolo, los ojos de Georg estaban llenos de
confusión.
—Pero
Tom eres… eres un hombre—susurro.
—Lo
sé, se que lo soy pero la naturaleza a veces cambia y entonces suceden cosas
como estas, yo he estado una semana tratando de convencerme y he llegado a la
conclusión de que no me interesa como paso o porque, lo único que sé, es que
quiero a mi bebé, a mi frijolito.
Georg
no podía dejar de mirarlo con sorpresa, bajo su verdosa mirada hasta el vientre
de Tom y sintió escalofríos, « ¿Embarazado?» seguía preguntándose. No, no
estaba preparado para esa responsabilidad ¡Jesús! Ni siquiera había planteado
tener hijos alguna vez, como hombre sabía que no podría y tener una mujer
estaba más que descartado porque amaba a Tom con todo su corazón y no iría tras
una mujer.
—Se
que no planeabas tener un hijo, yo tampoco pero esto sucedió y quiero a mi
bebé. —Tom observaba el rostro perplejo de Georg, esté no lo miraba a los ojos,
miraba su vientre. —Es nuestro bebé.
Tom
se acerco un poco temeroso y le agarro las manos, las coloco sobre su vientre y
suspiro.
—Yo
lo vi, es muy pequeñito, apenas y se distingue lo que es, pero yo lo vi y puedo
decirte que ese día sentí que mi corazón se iba a salir de mi pecho, es algo
que no puedo explicar con palabras, es nuestro, Georg, una pequeña parte de ti
y una de mí.
Los
ojos de Georg viajaron desde el vientre hasta el rostro ruborizado de Tom, su
Tom, el hombre que por alguna cuestión extraña de la naturaleza lo iba a hacer
padre, era un bebé, de los dos, ambos lo habían hecho sin pensarlo pero con
amor, no iba a abandonarlo, jamás dejaría a su Tom y a su bebé solos.
—Oh
Dios mío.
Tom
sintió un alivio cuando escucho las palabras de Georg, pensó que se había
quedado mudo o algo, el hombre estaba pálido como el papel, pero no podía
alegrarse todavía, ni siquiera sabía que era lo que él iba a decirle.
—
¿Estás conmigo en esto? O voy a tener que cuidar de mi frijol yo solo.
Georg
río bajo al escuchar como Tom se refería a lo que incubaba en su vientre, iba a
hacerle una broma antes de contestar a eso.
—Yo
no sé quién te mando a no cuidarte, no quiero a ese hijo, no lo querré es algo
que no tenia en mis planes ¡Jesús! Apenas tengo veintiséis años ¿Estas mal de
la cabeza o qué?
Él
castaño negó con la cabeza y se aparto tratando de procesar aquellas palabras,
no era la respuesta que esperaba.
—Yo…
yo pensé que tú… que tú ibas… —el labio inferior comenzó a temblarle, se obligo
a calmarse. — ¿Cómo puede ser que digas que no vas a querer a tu propia sangre?
Te puedo creer que no me quieras a mí pero ¡ES TU HIJO TAMBIÉN!
—Es
tuyo solamente, yo no quiero tener nada que ver con eso, ve y búscale otro
padre, yo no puedo.
Tom
se acerco a él y le dio un puñetazo en la mandíbula, no se iba a burlar de él,
él muy imbécil no conocería nunca a su hijo. Georg estaba tirado en la cama con
la mano en la mandíbula.
—Pensé
que me amabas, pensé tantas malditas cosas y tú, tú —le señalo mirándolo con
rabia— eres igual a todos los demás.
Georg
se levanto de la cama y sangraba por el labio, tenía una sonrisa picara en su
rostro lo que provoco la ira de Tom de nuevo, esté lo pateo en la pierna y
justo cuando iba a darle otro golpe en ese precioso rostro, Georg le grito.
—
¡Detente! Estoy bromeando contigo.
Tom
tenía el puño en el aire preparado para destruir el rostro que tanto amaba.
—Estoy…
estoy jugando contigo, yo jamás te dejaría con el bebé solo, te amo, te amo
mucho y me haré cargo de los dos.
«Maldito
imbécil» pensó Tom antes de apartarte y echarse a llorar como un crío, estaba
nervioso, con el corazón acelerado y la adrenalina corriendo por sus venas ¿Y
él muy tarado decidía jugar con él? Le dio otra patada en la canilla y cubrió
su rostro con sus manos.
—Lo
siento bebé, no pensé que fueras a ponerte así. —Georg se acerco a él y lo
abrazo, le acariciaba la espalda tratando de calmarlo, ahora se arrepentía de
haber jugado esa broma.
—Eres
un estúpido, yo casi me muero cuando me dijiste eso, Soy un hombre
embarazado por Dios, eres un insensible.
—sollozo— y yo un bebé llorón, Jo, malditas hormonas.
—Lo
siento de nuevo, pero quería jugarte la broma, yo no me siento preparado para
ser padre pero supongo que me llego la hora. —le dijo besando la frente de Tom.
Tom
le dio un fuerte golpe en el abdomen y Georg quedo doblado.
—Jo…
¡Te dije que todo era un juego!
—Eso
te lo ganas por jugar con los sentimientos de un hombre embarazado, eres un
idiota pero como te amo.
Georg
sonrío aun doblado tratando de recuperar el aire, Tom y sus hormonas. Sí Tom
era así en pleno desarrollo del embarazo, no quería si quiera imaginar cómo sería
cuando estuviera a punto de dar a luz.
Espera, que nunca me había atrevido a leer algo como esto. Ésta tu historia es muy divertida, reí. Amé como Georg le jugó una broma a Tom. :)
ResponderEliminarEs algo diferente a lo que tú has hecho, pero esta perfecto. Si te gusta y te inspiras. Adelante.
Por lo que veo será una niña (?
MORI DE RISA...ME ENCANTO ESPERO LA SEGUNDA PARTE
ResponderEliminarDivertida Historia jejeej
ResponderEliminarDiferente y Original, estoy acostumbrad a Twincest pero TORG nunca habia leido.
Rei eres unica.
Hola rai jajajja si a los siglos que me asomo jajaj pero bueno al fin tube tiempo para leer esta historia ^^
ResponderEliminarEstauy divertida esta historia jajaj de veras me gusto mucho aun nuca eh leido un twincest entre gom y george :)
SIgue asi!!
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