Capitulo III
—La botánica es una
rama de la biología que estudia las plantas y los vegetales. Como tal, estudia
la estructura, morfología y fisiología de ellas. Estudia también la relación
que existe entre las plantas y el ecosistema, las plantas y los seres vivos...
Tom anotaba todo lo
que podía de lo que la profesora de plantas I estaba dictando para el examen
del jueves, necesitaba pasar esa materia con una buena calificación para poder
sentirse bien consigo mismo y no afectar su promedio.
Tener cuatro horas de
clase sobre plantas sin descanso, no era lo que se podía decir agradable. Eran
las nueve y cuarenta minutos de la mañana cuando una bola de papel le golpeo la
cabeza, enojado volteo a ver quien la había lanzado, el único que estaba riéndose
era Georg.
—Ábrela. —dijo entre
dientes, Georg solo estaba a dos asientos del suyo.
Tom suspiro dejando
caer su lápiz sobre el cuaderno para abrir la bola de papel. Desde que había
pasado lo de Georg, hacía ya una semana. Cada que el tío se le acercaba pegaba
saltos de rana huyendo. Huir no era algo propio de él pero, aun sentía
incomodidad estando los dos en el mismo lugar.
Por fin termino de
desenvolver la bola de papel y observo lo que decía. “En el gimnasio a las once y treinta”
Tom sonrío como una
niñita de secundaría, Georg era idiota si pensaba que él se aparecería por
aquel lugar. Arrugo el papel de nuevo y se lo guardo en el bolsillo del
pantalón, se limito a mirar hacia atrás por lo que la ultima hora de clase
estuvo tratando de concentrarse aunque ya ni siquiera podía asociar palabras
con nada, su mente estaba inundada por un señor de apellido Listing. Que
monada.
Al final de la clase,
la profesora pidió que todo el mundo escribiera su nombre en un papelito para
elegir parejas.
—Todos coloquen sus
papeles escritos aquí. —señalo un Bol de vidrio. —voy a ir pasando por sus
pupitres y elegirán, quien ya tenga pareja obviamente no va a meter su manito
santa. —La mujer se acomodo sus gafas transparentes— el trabajo será entregado
el mismo día del examen. ¿Entendido?
—Profe, ¿No cree que
es demasiado? O sea, tenemos vida. —dijo un muchacho que estaba sentado de
ultimo.
Todos se rieron y lo
apoyaron, la profesora sonrío.
—Sí, todos tienen vida
pero un deber que cumplir aquí en la universidad, no son unos niños ya, mi querido
señor Vladimir, pronto vas a ser biólogo-Químico y tendrás muchas más
responsabilidades que esta.
Tom estaba más
pendiente de quien le iba a tocar que de lo que sea que estuviese hablando
ella. Cuando le llego el turno para meter la mano en el bol, rogo a Dios que no
le tocara Georg, trago con fuerza al abrir el papelito y descubrió quien era su
compañero.
—Y bien señor Kaulitz ¿Quién es su compañero?
Tenía que ser una
broma, el karma, era el karma, ¡Que le había hecho para merecer aquello! Sí, su
compañero era Georg.
—Georg Listing. —dijo
entre dientes mirando hacia el bol, tenía tantas ganas de patearse la cabeza.
—Eso es, que bueno,
que bueno, esto me gusta. Tom y yo seremos los mejores compañeros de trabajo. —Georg
soltó una carcajada.
Él volteo a ver a su
nuevo compañero y suspiro, ni modo, él le toco, con él tenía que hacer aquel
trabajo, solo esperaba tener la fuerza de voluntad para poder sobrellevar el
hecho de que Georg estuviera volviéndose loco y quisiera llevárselo a la cama.
***
Un descanso después de
tan agotadora clase de Plantas I era lo que Tom necesitaba para entrar a la
siguiente clase, Biomatemática. Estaba en la cafetería con Andreas y Bill, ni
señas de Georg lo que le hizo sentirse más a gusto mientras se tomaba su malteada
de chocolate.
— ¿Dónde está Georg? —pregunto
Andreas de repente.
Tom frunció el ceño. —No
sé, pregúntale a él. —señalo a su hermano.
Bill suspiro. —No lo
sé, dijo que iba a hacer algo en el gimnasio, seguramente sigue allí o tal vez
se va a volar la clase de Biomatemática, joder ojala pudiera hacer lo mismo
pero no voy muy bien que digamos, los números no son lo mío.
—Es fácil, si quieres
yo puedo explicarte, al fin y al cabo es casi lo mismo que estoy viendo yo en
calculo. —Andreas se ofreció.
— ¿De verdad? Entonces, ¿nos
encontramos hoy en la noche en tu casa? Mientras más rápido mejor, no quiero
tener que verle la cara a esa profesora el semestre que viene, de solo pensarlo
me da dolor de cabeza. —miro a Tom. — Tom es un mal hermano que no se apiada de
mí.
— ¿Qué? —Tom lo miro
entrecerrando los ojos— tú eres el que no se deja explicar por mí, dices que yo
no sé, que no me entiendes y bueno mi querido hermano, yo no tengo la culpa que
te tengas la cabeza de arriba y de abajo llenas de testosterona y no me prestes
atención a lo que te digo. Ya vas a ver Andreas, como se pone a lo que le suena
el celular.
— ¡Calla! —Dijo Bill en
voz alta— es mentira, yo simplemente no te entiendo y punto.
—Ajá.
—Ya, ya —Andreas los
miro a ambos— no me hagan una de esas escenitas de peleas suyas, no quiero
tener que lidiar con dos niños.
Tom puso los ojos en
blanco, se termino su malteada y se levanto de su silla para ir hacia la estantería
de dulces y pedir un muffin de chocolate, últimamente estaba comiendo
demasiado, pero como no engordaba, no le importaba mucho.
De camino a la mesa
miro su reloj de muñeca, once y quince minutos, recordó la nota de Georg y sintió
las ganas de ir hacia el gimnasio y encontrarse con él, negó con la cabeza, no
iba a ir, no tenia porqué. Se sentó en la mesa juntos a sus amigos, abrió el
libro de plantas y comenzó a leer, pasados unos minutos de lectura tuvo que
dejarlo no podía concentrarse, estaba pendiente del reloj, cuando marco las
once y treinta, batallo con sus pensamientos hasta que cedió y se escapo al gimnasio.
Como era de esperarse,
a esa hora el gimnasio estaba completamente vacío y en silencio, todo mundo en
el descanso. Se sentía como una colegiala y se comenzó a reír de sí mismo solo
hasta que alguien apareció detrás de él.
— ¿De qué te ríes?
Tom se sobresalto y se
dio la vuelta enfrentándose a la brillante y sensual mirada de Georg.
—Un viejo chiste nada más.
—Ok, procura no
hacerlo muy a menudo de la manera tan desquiciada en que lo hiciste, podrían
encerrarte en un manicomio.
Tom sonrío un poco.
—Ven conmigo.
— ¿A dónde?
—Solo sígueme, no voy
a hacer nada.
Él no rechisto, solo siguió
a Georg hasta los vestidores de hombres, aquel lugar estaba repleto de olor
masculino pero el único que le interesaba era el de Georg.
—Siéntate. —le dijo
él, más que decir había sido una orden que el menor obedeció.
— ¿Para qué me citaste
aquí? Quiero destacar que vine por simple curiosidad, nada más. —dijo Tom con
algo de nerviosismo.
Georg sonrío. —Quiero
hablar contigo de algo que me ha estado sucediendo desde hace tiempo y que no
quiero callarme más.
Tom frunció el ceño entendiendo cada vez menos, prefirió
escuchar.
—No sé porque siento
esto pero es algo que no evito, por el hecho de que me gusta. —se sentó en el
banco frente a Tom. — quizás te parezca más extraño de lo normal pero tú me
gustas.
Y así lo dijo, sin
anestesia, sin tapujos, directo como siempre lo era. Tom se quedo sin
respiración.
—Sí, me gustas y el
día que estábamos en mi casa, en aquel baño yo solo actué a la defensiva, pensé
que si te llegaba así yo podría no sé desilusionarme cuando me rechazaras pero
no paso, me gusto.
Tom trataba de buscar algún
indicio de mentira, miro hacia los lados ¿habría cámaras escondidas? ¡Tenía que
ser un puto programa de televisión!
—Georg... yo...
Georg se levanto del
banco y se acerco al menor, este se levanto y quedaron a una misma altura.
—Quiero intentar algo
nuevo. —Georg trago saliva y levanto la mano para acariciar la mejilla de Tom.
El menor cerro sus
ojos sintiendo esa caricia expandirse por todo su cuerpo. Era lo que había
esperado siempre, con lo que había estado soñando desde que tenía catorce años
y por fin iba a suceder.
Los ojos de Georg
estaban fijos en los carnosos y rosados labios de Tom, observaba como el pecho
de su amigo subía y bajaba. Él esperaba que Tom diera el primer paso pero con
lo rígido que estaba se imagino que no pasaría así que sin pensarlo mucho más
lo beso. En un principio los labios de Georg estaba presionando los de Tom de
una manera mecánica, él se dejo llevar por el momento y comenzó a besarlo como
había deseado toda su vida. Un beso cálido y delicioso. Tom se permitió
saborear el agradable sabor de Georg y cuando se aparto, respirar el agradable
aliento de él.
—Georg...
—No digas nada. —Georg
coloco sus manos en la cintura del menor atrayéndolo más a su cuerpo. Le dio un
pequeño beso en los labios. — solo déjate llevar y veamos que sucede.
¡Bum! El corazón del
chico rastudo estallo de la emoción y por impulso abrazo al chico de cabello
lacio frente a él. No era una buena idea, no estaba haciendo las cosas bien
pero quería, quería dejar que Georg lo besara de nuevo, que sintiera algo más
por él. Quizás era medio tonto (O mejor dicho, tonto y medio) pero quería darle
todo el amor que pudiera.
***
El moreno sonrió
abrazando con fuerza a su nueva víctima, en realidad solo lo quería para
intimar con él. Georg pensaba que Tom era un muchacho inteligente pero se había
dado cuenta de que no y este caería en sus redes con facilidad.
—No vamos a decirle
nada de esto a nadie. ¿Entiendes? —Él aparto a Tom de su pecho y le miro
directo a los ojos.
—Entendido. —Asintió Tom—
solo quiero decirte algo y es muy importante.
— ¿Qué?
—No seré fácil, quizás
ya me diste el beso, me emocione y toda la beña pero eso no significa que vas a
hacer conmigo lo que se te venga en gana.
Georg alzo la ceja. —No
quiero hacer contigo lo que se me venga en gana, quiero estar contigo es todo.
En los ojos de Tom
había decepción. — Bien.
—Solo una cosa más. —Georg
se puso serio— No te enamores perdidamente de mí. No valgo la pena.
Esas palabras
provocaron en Tom un cambio notorio por lo que Georg coloco sus manos en los
hombros del joven.
—Promételo.
—Lo prometo. —soltó
Tom con la mirada fija en la de Georg.
Él moreno volvió a besarlo
esta vez apasionado, hasta que un ruido de pasos provenientes de afuera en el
gimnasio les hizo separarse de inmediato. El capitán del equipo de Rugby entro
y les saludo a ambos, luego de eso cada quien tomo su camino. Georg observo a
Tom salir por la puerta del gimnasio y él solo se acostó en uno de los
asientos.
Tom era un buen
muchacho y quizás él se estaba
comportando como un maldito, pero no iba a dejar pasar la oportunidad de estar
con él, era el único hombre que le atraía y sería suyo fuera como fuera y por
lo visto Tom era algo tonto y se dejaría hacer todo lo que él tenía planeado
hacer.
— ¿Que haces aquí? Deberías
estar en clases.
El entrenador del
equipo de Basquetbol se paro frente a él con los brazos en jarra.
—Lo siento. —Georg se
levanto rápidamente— voy a esa.
—Cuidado con una distracción
antes de entrar. Te vigilo Listing.
Georg puso los ojos en
blanco, él entrenador Vásquez no le quería ni lo llegaría a querer nunca y todo
desde que lo descubrió follandose a su hija.
***
—La próxima semana
necesito que me entreguen el informe detallado de todo lo que vimos este día en
clases, además yo les dije que entraran a mi blog y vieran el vídeo de lo que
es la Biomatemática, quiero que me digan con sus propias palabras y
conocimientos lo que entendieron sobre eso.
—Profesora Krauss ¿Eso
era en pareja o en grupo? —pregunto una pelirroja, observando a la miss.
—Preferiblemente
individual pero si quieren hacerlo en pareja está bien.
—En pareja de tres por
favor. —Bill refunfuño.
Georg se carcajeo. —Sí
tan solo fuera en pareja de tres.
Tom estaba escribiendo
en su libreta y cuando termino a su lado estaba una chica de largas piernas
pálidas, tenía una minifalda por lo que siguió aquellas kilométricas piernas
hasta llegar a la mirada de la hermosa muchacha, era Hannah, su ex novia de la
secundaria.
— ¿Puedo hacerlo contigo?
—pregunto la morena.
—Hannah —Tom sonrío un
poco, ella había sido una buena chica cuando estaba con él—. Claro, no hay ningún
problema.
—Lo hay. —intervino
Georg acercándose a ellos. —Bill acaba de ponerse de acuerdo con Mauricio para
hacer el trabajo juntos por lo que tú y yo debemos hacerlo juntos.
— ¿Qué yo hice qué? —Bill
se levanto mirando a Mauricio, aquel chico extraño que parecía estar poseído. —
eso es mentira.
—No lo es. —Georg lo
miro alzando la ceja. — tú vas a trabajar conmigo y ella. —Miro a Hannah de los
pies a la cabeza y sonrío— puede trabajar con cualquiera en este salón, menos
contigo.
Tom alzo la ceja
observando a Georg. ¿Acaso estaba celoso? Eso sí que era una sorpresa.
—No Georg, mi hermano
trabajara contigo y yo con Hannah. —respondió firmemente.
—Gracias cariño. —Hannah
se inclino un poco dándole un pequeño beso en la mejilla. — veras que haremos
un buen trabajo. —se levanto y miro a Georg. — por cierto que contigo quería
hablar, la chica que te has llevado a la cama es mi hermana y te juro por Dios
que me lo vas a pagar.
Georg tenía los ojos
abiertos por la sorpresa, cuando ella se retiro una sonrisa se dibujo en su
rostro de porcelana. Tom lo miro con el ceño fruncido, era un idiota.
— ¿La hermana de Hannah?
¡Tiene como dieciséis! ¿Te volviste loco?
—No es tu problema—El
castaño movió su cabello con elegancia y se retiro a su asiento. — tú y yo
hablaremos mas tarde.
Tom no se podía creer
la actitud del chaval. ¿Cómo diablos se había enamorado de un hombre así? Tenía
que estar volviéndose loco, él conocía a Georg desde adolescente y no recordaba
la última vez que él había sido lindo con alguien. De repente él se había
convertido en alguien frío y mal hablado.
***
—Te he dicho que no
vas a ir. ¡Tienes que cuidar de Michael! Georg Moritz
Georg permanecía
sentado en la mesa de la cocina discutiendo con su madre acerca de lo que haría
esa noche. Él quería ir a casa de Tom, desde que había terminado la clase de
Biomatemática Tom ni siquiera le había dirigido la palabra y todo por culpa de
esa mujercita.
—Pero mamá, no tengo por
qué estar cuidando a ese mocoso. —Suspiro— lo haría con gusto si no tuviera
algo importante que hacer pero esta noche yo tengo que...
Su madre lo miro
frunciendo el ceño. De no ser por los pechos y la cintura de mujer, se podría
decir que era Georg pero en una versión más bonita y femenina.
— ¿Qué tienes que hacer?
Ir a emborracharte con tus amigotes y luego venir a casa a quien sabe qué
horas. ¡No! Hoy no tienes permitido salir de esta casa, vas a cuidar a Michael
mientras que yo cubro a Selene en su turno en la sala de emergencias, necesitan
una doctora así que ahí voy a estar. Tú padre no llega si no hasta mañana por
la tarde así que lo siento Georg, pero necesito tu ayuda.
Georg refunfuño,
estaba molesto. —Pero no sé cuidar a Michael, es demasiado pequeño y no me hace
caso, venga mamá yo no soy babysister.
—Te toca hoy. —La
hermosa mujer se acerco a su hijo y le acaricio la mejilla dejando un pequeño
beso en su frente— cuidar de un niño de casi tres años no es tan difícil, vamos
es tu hermanito, si le das su comida ahorita y un biberón a eso de las ocho de
la noche, se quedara dormidito y no molestara.
Él frunció los labios
y termino accediendo a la dulzura de su madre, ella lo era todo para él y haría
cualquiera cosa. ¿Qué tan difícil podría ser cuidar de un niño de dos años y
medio?
Una hora más tarde.
— ¡Michael, deja de
brincar en los muebles!
Georg camino enojado
hasta donde estaba ese pequeño demonio de mejillas grandes y rosadas, su
cabello rubio y ondulado saltaba de un lado a otro. Lo cogió en brazos y se
sentó con él en sus piernas dejándolo frente a él para hablarle.
—Michael Listing, fue
una mala idea darte de comer helado y dulces. —suspiro.
Él pequeño niño con
carita de querubín agarro la larga nariz de su hermano y la apretó. —Quiero
jugar. —balbuceo el niño.
—Es hora de dormir,
son las nueve de la noche, mamá dijo que a esta hora estarías dormido.
Michael se levanto de
sus piernas y salto hacia un lado, disfrutando y riendo mientras que su hermano
no sabía qué hacer con él.
El timbre de la casa
sonó y Georg se levanto para ver quién era, para su gran sorpresa era Tom.
¡Salvación!
ayyyyy que lindo cuidando al hermanito pero pobre de tom y lo que quiere hacerle espero que no me encanto un beso y quiero mas
ResponderEliminarwooooow sube mas please! te lo ruego quiero leer mas :3 sube pronto! :D
ResponderEliminaray ese Georg -.- xD
ResponderEliminarMe encanta *u*
Espero subas pronto...
Cuídate y un abrazo Rai :D