viernes, 13 de diciembre de 2013

Fic "Te he echado de menos" TORG Capitulo XIII



Capitulo XIII
Tom estaba en silencio, procesando y analizando las palabras que Georg le estaba diciendo. Se veía sincero y demasiado vulnerable, no creía que fuese una actuación. Todos merecemos una segunda oportunidad para redimirnos y él estaba pensando en dársela. Soltó las manos de Georg llevándose una mano al pecho para calmar un poco la emoción.
—No te quedes callado Tom, estoy sintiendo como si la vida se me viniera encima y tratara de aplastarme, sí tú me dices que no, yo simplemente dejaré de intentarlo.
—Georg… yo…
El de rastas volvió a quedarse en silencio, esta vez para rodear el cuello del castaño y unir sus labios en un pequeño beso. Tom también se sentía dispuesto y era solamente porque lo amaba con todo su ser y quería creer que todo iba a funcionar.
 Georg envolvió al muchacho en sus brazos profundizando aquel beso, Dios, los labios de Tom eran como estar en el cielo. Él era delicioso, suave y puro, como él no era.
—Si me lastimas de nuevo Georg, esta vez sí me las voy a cobrar, tomaré venganza porque me viste la cara de tonto una vez pero la segunda te va mal. ¿Me entiendes?
Georg sonrió asintiendo y le beso la nariz. —No planeo lastimarte Tom, Dios sabe que no.
Los dos se quedaron en silencio. Acto siguiente Tom coloco su cabeza en el pecho de su compañero sintiendo como su corazón latía insistente. Después de todo Georg si tenía sentimientos, que no los sabía demostrar era otra cosa, pero en definitiva si los tenía.
***
— ¿Dónde estás Raven? —Bill estaba sentado en una banqueta frente a la tienda donde Raven trabajaba. Él estaba “camuflado” para que ella no se diera cuenta de que estaba allí.
— ¿Me buscabas?
Raven apareció a un lado de él provocando que el periódico que tenía en las manos volara por su alrededor. Ella se rió de su torpeza, pero luego se mostro sería porque seguía enojada con él.
—Yo-yo sólo estoy leyendo el periódico. —Dijo Bill nervioso. Era anormal en él esa reacción pero Raven era preciosa y una excepción.
—Claro. —ella asintió haciendo un puchero que Bill adoro y se quedo como un tonto mirando. —Te vi desde la tienda observando, ¿Creías que no te vería?
—No estaba observándote. —Él alzo una ceja.
— ¿Seguro? Incluso, me di cuenta de que traías un camuflaje que por cierto no te funciona porque  inmediatamente que te vi supe que eras tú. —ella sonrió ahora y se sentó al lado de él.
Bill se sorprendió de que se sentara con él y sonrió aspirando el olor a perfume que salía de ella, era un mezcla de chocolate y vainilla, sí era así.
— ¿Qué quieres de mí, Bill?
Él la miro pensando qué responder. Quería de ella todo, quería oler su perfume todos los días, quería acompañarla a su casa después del trabajo, llevarla de compras. Él quería quererla.
—Quiero que vengas a tomar un café conmigo. —dijo él sonriendo un poco.
Ella sonrió bajando la mirada y Bill pudo observar el pequeño hoyuelo que se hacía cerca de la comisura de su labio. Él quería besarla de nuevo.
—Está bien, iré contigo a tomar un café. —ella levanto la mirada posando sus bellos ojos avellana sobre los de él— pero que sea sólo un café, debo volver al trabajo.
***
—Georg ¿Qué ves en esa nube?
Georg frunció el ceño observando la nube. Tom había insistido en que se quedaran allí mirando el cielo.
—No veo nada.
Tom gruño y golpeo con el codo la costilla de Georg. —No tienes imaginación Georg. Yo veo un perro. —señalo la nube en forma de perro.
— ¿Un perro? —el castaño trataba de buscarle una forma pero no la encontraba. — Yo no veo nada. —volteo la mirada hacia Tom que seguía mirando las nubes, él tenía un perfil muy bonito.
—No usas tu imaginación para nada Georg, definitivamente no. —Tom suspiro moviendo despacio su cabeza para echar un vistazo a lo que Georg hacia, pero él ya lo estaba mirando. Se sonrojo. — ¿Qué sucede?
—Nada, sólo quería ver tu perfil. —el castaño regreso la vista al cielo sonriendo.
—Tonto. —Él hizo lo mismo.
— ¿Por qué estabas llorando cuando te encontré? Jamás te he visto llorar y me pareció extraño, a la vez me tomo por sorpresa.
Tom cerró los ojos recordando las palabras de Simone y el deseo que tenía ella de que él fuera como su gemelo. Traerlos de nuevo a su mente era mala idea, porque estaba feliz.
—Si no quieres hablar lo entiendo.
Silencio, absoluto silencio. De los labios de Tom no salía palabra alguna.
—Entiendo.
Tom abrió sus ojos y una lágrima resbalo por la comisura del ojo. —Mi madre me odia por ser homosexual.
Un Georg sorprendido se sentó mirándolo.
— ¿Qué? pero sí fue tu madre la que te acepto primero, ¿Cómo puede ser qué te odie por eso?
—Esta mañana —Tom tenía nudos en la garganta que no lo dejaban hablar, tomo aire y comenzó a hablar. —, esta mañana al levantarme escuche una conversación de mi madre con mi padre. Ella le decía que esperaba que mi condición sexual cambiara y que ella quería que yo fuese como Bill. Heterosexual e infeliz para toda mi vida. Bien, seria infeliz siendo heterosexual porque no me gustan las mujeres.
Ahora sí, Georg pudo comprender por qué Tom estaba tan mal en la mañana, una reacción parecida tendría su madre de enterarse que le gustaba un tío y que ese tío era exactamente Tom Kaulitz, el chico que soportaba sólo por ser el hijo de Simone y amigo suyo. Su madre era un poco homofóbica.
—Que mierda es tu madre y me disculpas que te lo diga pero actuar que te apoya sólo porque está esperando que tu orientación sexual cambie es una jodida mierda de su parte. —Georg limpio la mejilla mojada de su rubio. — no importa si te comparó con Bill o no, tú no eres mejor que él y él no es mejor que tú, ambos son iguales y se aman a pesar de estar peleándose todo el tiempo. Tú madre lo único que necesita es un psiquiatra especializado para que la encierren en un manicomio.
Tom se echo a reír, se sentó y miraba sus manos.
—Es fácil para ti decir que no le haga caso, es mi madre y aunque tenga millones de errores la quiero. Decidió tenerme y es una cosa que le agradezco, me dio amor, a su manera —él ladeo la cabeza— pero me lo dio, sus palabras me dolieron en lo más profundo de mi corazón pero…
Georg interrumpió— Pero eso no le da derecho a engañarte y hacerte sentir mala persona. No lo eres Tom, eres un alma pura. En tu pasado fuiste un chulo pero no eras tú, era tu pelea interna con esa persona que quería salir de dentro tuyo pero no le dejabas por miedo a ser rechazado y tildado de “pecador” por amar a alguien de tu mismo sexo.
El de rastas levanto la mirada con los ojos llenos de lágrimas y sorprendidos. Ni en el mejor de sus sueños hubiese imaginado estar escuchando a Georg decir aquellas palabras y que de verdad le hubiese prestado tanta atención para saber cómo se sentía en años anteriores.
—Gracias.
Georg se inclino hacia él y deposito un pequeño beso en la frente de Tom.
—No debes agradecerme nada, si tu madre no te apoya, yo lo haré, lo hará Bill, lo hará el pequeño gusano, o sea Gustav, lo haremos todos.
— ¿Es una promesa? —Pregunto un Tom inocente. Él era sensualidad pura cuando se lo proponía pero en esos momentos sólo era un oso ternuroso al que provocaba comerlo.
—Te lo prometo Tommy.
—Me gusta cuando me dices así. —susurro bajo sonrojado.
—Lo sé. A mí me gusta verte sonrojado.
El castaño volvió a depositar un beso en la frente de Tom, esta vez no quedo ahí. Él fue bajando por la nariz dejando una lluvia de besos dulces. Tom sentía sus mejillas quemándose y seguro estaba sonrojado hasta las orejas. Él relajo su cuerpo porque sabía lo que vendría a continuación, ellos harían el amor al aire libre y como siempre Tom entregaría su cuerpo entero.
Georg fue descubriendo el cuerpo de Tom quitándole toda la ropa, dejándola a un lado suyo. Besó cada parte del cuerpo del muchacho y se detuvo en la erección enorme e hinchada esperando ser aliviada. Él nunca había hecho algo como eso pero se dejo guiar por las sensaciones que le provocaba a su cuerpo tener el miembro masculino de Tom en sus manos y tan cerca para lamerlo. Se inclino hacia el pene de Tom saboreando solamente la punta.
—Ge-Geo… por favor.
Tom estaba apenado con él. Georg le acaricio el vientre  y metió el duro miembro en su boca experimentando un placer único. Había tenido muchas vaginas que lamer pero jamás un miembro masculino en su boca. Se dejo llevar por el instinto y lamio desde la punta hasta la base dejándolo empapado de saliva, con una mano apretaba con suavidad los testículos de su compañero que lo único que hacía era gemir.
— ¡Dios Georg!
Tom había estado muy sensible desde la última vez que había tenido relaciones, su miembro estaba pasándola increíble y su cuerpo no aguantaría tanto. Enredo la mano en la coleta de Georg y lo jalo hacia atrás para poder correrse, se coloco en cuatro patas agarrando su miembro y masturbándose hasta acabar encima de la sabana en donde estaban acostados. Georg se rió y se deshizo de su ropa restregando su ya duro y engrosado miembro, al pequeño trasero blanco de su chico.
—Que bonita vista me has dejado bebé.
Él de rastas se ruborizo e intento decir algo pero el orgasmo que acaba de tener lo dejo sin palabras. Georg aprovecho para estimularlo y conseguir que se dilatara rápido para poder estar dentro de él porque lo deseaba con todo su ser. Su cuerpo estaba pidiéndole a gritos que entrara. Tom relajo sus brazos quedando con el trasero mas levantado ofreciéndole una buena vista a Georg de su atributo. No fue mucho cuando Tom sintió el miembro de Georg entrar en él. Gimió alto permitiéndole entrar mucho más profundo hasta tocarle el punto del placer.
Los dos comenzaron a moverse lento para permitir un mejor goce. Georg coloco las manos en las caderas de Tom, bajándolas hasta tocarle los hombros. Tom tenía tres pequeños lunares en la nalga derecha formando una carita que a Georg le parecieron adorables.
—Que bonitos lunares tienes Tommy. —dijo jadeando y mirando esos tres puntitos.
Tom sintió toda la sangre alojarse en sus mejillas y se decidió a no decir nada hasta que ambos hubiesen terminado. Los dos acoplaron sus movimientos y gimieron al mismo tiempo mientras el orgasmo llegaba. Tom se corrió primero por segunda vez y Georg deposito toda su semilla dentro de él dejando escapar un gemido que podía haberse escuchado hasta en Holanda.
Georg salió de él y se acostó a un lado esperando a que los espasmos cesaran y sus respiraciones estuvieran normalizadas. Ninguno de los dos dijo alguna palabra, se acostaron y se arroparon.
Se quedaron rendidos por el sueño propio del orgasmo obtenido.
***
— ¿Dónde está Tom?
Bill entro a la sala de su casa buscando a su hermano. Simone estaba sentada en su sillón, leyendo un libro, subió la mirada hacia su hijo favorito y sonrió.
—Hola Mëcky ¿Cómo te fue en casa de tus amigos?
—Bien mamá, gracias. —Él suspiró—  ¿Dónde está mi hermano?
—No lo sé, no lo vi salir esta mañana. Este muchacho que no sé porque no menciona siquiera que va a salir. —Ella sonaba un poco despreocupada.
—Mamá ¿Lo llamaste a su celular? —pregunto.
Ella devolvió la mirada a su libro y negó con la cabeza. —No, yo pensé que él había decidido encontrarse contigo, deduje que estaba contigo.
Bill gruño dándose la vuelta para retirarse pero Simone le llamo.
— ¡Bill!
— ¿Qué? —dijo un poco molesto por la despreocupación de su madre.
— ¿Crees que algún día tu hermano sea normal?
Él frunció el ceño ¿Normal? Su hermano era muy normal, tiene dos pies, dos manos, cinco dedos en cada mano y pies.
— ¿Normal? ¿A qué te refieres con normal?
Ella parecía apenada, sus mejillas se tiñeron un poco de carmín.
—Heterosexual quise decir. Yo creo que tu hermano lo que necesita es una buena novia, que sea bonita, inteligente así como Cassandra, la hija de tu padrino.
Bill le miro indignado ¿Cómo podía ser así su madre?
—Pensé que lo aceptabas como era. ¿Por qué eso de qué mi hermano no es normal? ¡Es más normal, que tú, que yo, que todo mundo en esta casa! —levanto la voz.
—Simple sugerencia, no me levantes la voz muchachito, aun vives bajo mi techo y puedo darte duro en la boca por grosero. —ella se levanto. — no le menciones esto a tu hermano.
Él se dio la vuelta para irse enojado por la actitud tan ridícula e hiriente de su madre. Claro que no iba a decirle a Tom, sabía que él se sentiría mal y a él eso no le gustaba. Saco su celular y marco al celular de su gemelo. Caía la contestadora ¿Dónde diablos se había metido ahora?

2 comentarios:

  1. ayyyyy que cosas por dios me encanto como siempre y espero que subas pronto un beso

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  2. owwwwwwwwwwww *u* malditos tanta miel *u*
    me encanto *u*

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