Capitulo
XIII
Tom
estaba en silencio, procesando y analizando las palabras que Georg le estaba
diciendo. Se veía sincero y demasiado vulnerable, no creía que fuese una
actuación. Todos merecemos una segunda oportunidad para redimirnos y él estaba
pensando en dársela. Soltó las manos de Georg llevándose una mano al pecho para
calmar un poco la emoción.
—No
te quedes callado Tom, estoy sintiendo como si la vida se me viniera encima y
tratara de aplastarme, sí tú me dices que no, yo simplemente dejaré de
intentarlo.
—Georg…
yo…
El
de rastas volvió a quedarse en silencio, esta vez para rodear el cuello del
castaño y unir sus labios en un pequeño beso. Tom también se sentía dispuesto y
era solamente porque lo amaba con todo su ser y quería creer que todo iba a
funcionar.
Georg envolvió al muchacho en sus brazos profundizando
aquel beso, Dios, los labios de Tom eran como estar en el cielo. Él era
delicioso, suave y puro, como él no era.
—Si
me lastimas de nuevo Georg, esta vez sí me las voy a cobrar, tomaré venganza
porque me viste la cara de tonto una vez pero la segunda te va mal. ¿Me
entiendes?
Georg
sonrió asintiendo y le beso la nariz. —No planeo lastimarte Tom, Dios sabe que
no.
Los
dos se quedaron en silencio. Acto siguiente Tom coloco su cabeza en el pecho de
su compañero sintiendo como su corazón latía insistente. Después de todo Georg
si tenía sentimientos, que no los sabía demostrar era otra cosa, pero en
definitiva si los tenía.
***
—
¿Dónde estás Raven? —Bill estaba sentado en una banqueta frente a la tienda
donde Raven trabajaba. Él estaba “camuflado” para que ella no se diera cuenta
de que estaba allí.
—
¿Me buscabas?
Raven
apareció a un lado de él provocando que el periódico que tenía en las manos
volara por su alrededor. Ella se rió de su torpeza, pero luego se mostro sería
porque seguía enojada con él.
—Yo-yo
sólo estoy leyendo el periódico. —Dijo Bill nervioso. Era anormal en él esa
reacción pero Raven era preciosa y una excepción.
—Claro.
—ella asintió haciendo un puchero que Bill adoro y se quedo como un tonto
mirando. —Te vi desde la tienda observando, ¿Creías que no te vería?
—No
estaba observándote. —Él alzo una ceja.
—
¿Seguro? Incluso, me di cuenta de que traías un camuflaje que por cierto no te
funciona porque inmediatamente que te vi
supe que eras tú. —ella sonrió ahora y se sentó al lado de él.
Bill
se sorprendió de que se sentara con él y sonrió aspirando el olor a perfume que
salía de ella, era un mezcla de chocolate y vainilla, sí era así.
—
¿Qué quieres de mí, Bill?
Él
la miro pensando qué responder. Quería de ella todo, quería oler su perfume
todos los días, quería acompañarla a su casa después del trabajo, llevarla de
compras. Él quería quererla.
—Quiero
que vengas a tomar un café conmigo. —dijo él sonriendo un poco.
Ella
sonrió bajando la mirada y Bill pudo observar el pequeño hoyuelo que se hacía
cerca de la comisura de su labio. Él quería besarla de nuevo.
—Está
bien, iré contigo a tomar un café. —ella levanto la mirada posando sus bellos
ojos avellana sobre los de él— pero que sea sólo un café, debo volver al
trabajo.
***
—Georg
¿Qué ves en esa nube?
Georg
frunció el ceño observando la nube. Tom había insistido en que se quedaran allí
mirando el cielo.
—No
veo nada.
Tom
gruño y golpeo con el codo la costilla de Georg. —No tienes imaginación Georg.
Yo veo un perro. —señalo la nube en forma de perro.
—
¿Un perro? —el castaño trataba de buscarle una forma pero no la encontraba. —
Yo no veo nada. —volteo la mirada hacia Tom que seguía mirando las nubes, él
tenía un perfil muy bonito.
—No
usas tu imaginación para nada Georg, definitivamente no. —Tom suspiro moviendo
despacio su cabeza para echar un vistazo a lo que Georg hacia, pero él ya lo
estaba mirando. Se sonrojo. — ¿Qué sucede?
—Nada,
sólo quería ver tu perfil. —el castaño regreso la vista al cielo sonriendo.
—Tonto.
—Él hizo lo mismo.
—
¿Por qué estabas llorando cuando te encontré? Jamás te he visto llorar y me
pareció extraño, a la vez me tomo por sorpresa.
Tom
cerró los ojos recordando las palabras de Simone y el deseo que tenía ella de
que él fuera como su gemelo. Traerlos de nuevo a su mente era mala idea, porque
estaba feliz.
—Si
no quieres hablar lo entiendo.
Silencio,
absoluto silencio. De los labios de Tom no salía palabra alguna.
—Entiendo.
Tom
abrió sus ojos y una lágrima resbalo por la comisura del ojo. —Mi madre me odia
por ser homosexual.
Un
Georg sorprendido se sentó mirándolo.
—
¿Qué? pero sí fue tu madre la que te acepto primero, ¿Cómo puede ser qué te
odie por eso?
—Esta
mañana —Tom tenía nudos en la garganta que no lo dejaban hablar, tomo aire y comenzó
a hablar. —, esta mañana al levantarme escuche una conversación de mi madre con
mi padre. Ella le decía que esperaba que mi condición sexual cambiara y que
ella quería que yo fuese como Bill. Heterosexual e infeliz para toda mi vida.
Bien, seria infeliz siendo heterosexual porque no me gustan las mujeres.
Ahora
sí, Georg pudo comprender por qué Tom estaba tan mal en la mañana, una reacción
parecida tendría su madre de enterarse que le gustaba un tío y que ese tío era
exactamente Tom Kaulitz, el chico que soportaba sólo por ser el hijo de Simone
y amigo suyo. Su madre era un poco homofóbica.
—Que
mierda es tu madre y me disculpas que te lo diga pero actuar que te apoya sólo
porque está esperando que tu orientación sexual cambie es una jodida mierda de
su parte. —Georg limpio la mejilla mojada de su rubio. — no importa si te
comparó con Bill o no, tú no eres mejor que él y él no es mejor que tú, ambos
son iguales y se aman a pesar de estar peleándose todo el tiempo. Tú madre lo
único que necesita es un psiquiatra especializado para que la encierren en un
manicomio.
Tom
se echo a reír, se sentó y miraba sus manos.
—Es
fácil para ti decir que no le haga caso, es mi madre y aunque tenga millones de
errores la quiero. Decidió tenerme y es una cosa que le agradezco, me dio amor,
a su manera —él ladeo la cabeza— pero me lo dio, sus palabras me dolieron en lo
más profundo de mi corazón pero…
Georg
interrumpió— Pero eso no le da derecho a engañarte y hacerte sentir mala
persona. No lo eres Tom, eres un alma pura. En tu pasado fuiste un chulo pero
no eras tú, era tu pelea interna con esa persona que quería salir de dentro
tuyo pero no le dejabas por miedo a ser rechazado y tildado de “pecador” por
amar a alguien de tu mismo sexo.
El
de rastas levanto la mirada con los ojos llenos de lágrimas y sorprendidos. Ni
en el mejor de sus sueños hubiese imaginado estar escuchando a Georg decir
aquellas palabras y que de verdad le hubiese prestado tanta atención para saber
cómo se sentía en años anteriores.
—Gracias.
Georg
se inclino hacia él y deposito un pequeño beso en la frente de Tom.
—No
debes agradecerme nada, si tu madre no te apoya, yo lo haré, lo hará Bill, lo hará
el pequeño gusano, o sea Gustav, lo haremos todos.
—
¿Es una promesa? —Pregunto un Tom inocente. Él era sensualidad pura cuando se
lo proponía pero en esos momentos sólo era un oso ternuroso al que provocaba
comerlo.
—Te
lo prometo Tommy.
—Me
gusta cuando me dices así. —susurro bajo sonrojado.
—Lo
sé. A mí me gusta verte sonrojado.
El
castaño volvió a depositar un beso en la frente de Tom, esta vez no quedo ahí.
Él fue bajando por la nariz dejando una lluvia de besos dulces. Tom sentía sus
mejillas quemándose y seguro estaba sonrojado hasta las orejas. Él relajo su
cuerpo porque sabía lo que vendría a continuación, ellos harían el amor al aire
libre y como siempre Tom entregaría su cuerpo entero.
Georg
fue descubriendo el cuerpo de Tom quitándole toda la ropa, dejándola a un lado
suyo. Besó cada parte del cuerpo del muchacho y se detuvo en la erección enorme
e hinchada esperando ser aliviada. Él nunca había hecho algo como eso pero se dejo
guiar por las sensaciones que le provocaba a su cuerpo tener el miembro
masculino de Tom en sus manos y tan cerca para lamerlo. Se inclino hacia el
pene de Tom saboreando solamente la punta.
—Ge-Geo…
por favor.
Tom
estaba apenado con él. Georg le acaricio el vientre y metió el duro miembro en su boca
experimentando un placer único. Había tenido muchas vaginas que lamer pero
jamás un miembro masculino en su boca. Se dejo llevar por el instinto y lamio
desde la punta hasta la base dejándolo empapado de saliva, con una mano
apretaba con suavidad los testículos de su compañero que lo único que hacía era
gemir.
—
¡Dios Georg!
Tom
había estado muy sensible desde la última vez que había tenido relaciones, su
miembro estaba pasándola increíble y su cuerpo no aguantaría tanto. Enredo la
mano en la coleta de Georg y lo jalo hacia atrás para poder correrse, se coloco
en cuatro patas agarrando su miembro y masturbándose hasta acabar encima de la
sabana en donde estaban acostados. Georg se rió y se deshizo de su ropa restregando
su ya duro y engrosado miembro, al pequeño trasero blanco de su chico.
—Que
bonita vista me has dejado bebé.
Él
de rastas se ruborizo e intento decir algo pero el orgasmo que acaba de tener
lo dejo sin palabras. Georg aprovecho para estimularlo y conseguir que se
dilatara rápido para poder estar dentro de él porque lo deseaba con todo su
ser. Su cuerpo estaba pidiéndole a gritos que entrara. Tom relajo sus brazos
quedando con el trasero mas levantado ofreciéndole una buena vista a Georg de
su atributo. No fue mucho cuando Tom sintió el miembro de Georg entrar en él. Gimió
alto permitiéndole entrar mucho más profundo hasta tocarle el punto del placer.
Los
dos comenzaron a moverse lento para permitir un mejor goce. Georg coloco las
manos en las caderas de Tom, bajándolas hasta tocarle los hombros. Tom tenía
tres pequeños lunares en la nalga derecha formando una carita que a Georg le
parecieron adorables.
—Que
bonitos lunares tienes Tommy. —dijo jadeando y mirando esos tres puntitos.
Tom
sintió toda la sangre alojarse en sus mejillas y se decidió a no decir nada
hasta que ambos hubiesen terminado. Los dos acoplaron sus movimientos y
gimieron al mismo tiempo mientras el orgasmo llegaba. Tom se corrió primero por
segunda vez y Georg deposito toda su semilla dentro de él dejando escapar un
gemido que podía haberse escuchado hasta en Holanda.
Georg
salió de él y se acostó a un lado esperando a que los espasmos cesaran y sus respiraciones
estuvieran normalizadas. Ninguno de los dos dijo alguna palabra, se acostaron y
se arroparon.
Se
quedaron rendidos por el sueño propio del orgasmo obtenido.
***
—
¿Dónde está Tom?
Bill
entro a la sala de su casa buscando a su hermano. Simone estaba sentada en su
sillón, leyendo un libro, subió la mirada hacia su hijo favorito y sonrió.
—Hola
Mëcky ¿Cómo te fue en casa de tus amigos?
—Bien
mamá, gracias. —Él suspiró— ¿Dónde está
mi hermano?
—No
lo sé, no lo vi salir esta mañana. Este muchacho que no sé porque no menciona
siquiera que va a salir. —Ella sonaba un poco despreocupada.
—Mamá
¿Lo llamaste a su celular? —pregunto.
Ella
devolvió la mirada a su libro y negó con la cabeza. —No, yo pensé que él había
decidido encontrarse contigo, deduje que estaba contigo.
Bill
gruño dándose la vuelta para retirarse pero Simone le llamo.
—
¡Bill!
—
¿Qué? —dijo un poco molesto por la despreocupación de su madre.
—
¿Crees que algún día tu hermano sea normal?
Él
frunció el ceño ¿Normal? Su hermano era muy normal, tiene dos pies, dos manos,
cinco dedos en cada mano y pies.
—
¿Normal? ¿A qué te refieres con normal?
Ella
parecía apenada, sus mejillas se tiñeron un poco de carmín.
—Heterosexual
quise decir. Yo creo que tu hermano lo que necesita es una buena novia, que sea
bonita, inteligente así como Cassandra, la hija de tu padrino.
Bill
le miro indignado ¿Cómo podía ser así su madre?
—Pensé
que lo aceptabas como era. ¿Por qué eso de qué mi hermano no es normal? ¡Es más
normal, que tú, que yo, que todo mundo en esta casa! —levanto la voz.
—Simple
sugerencia, no me levantes la voz muchachito, aun vives bajo mi techo y puedo
darte duro en la boca por grosero. —ella se levanto. — no le menciones esto a
tu hermano.
Él
se dio la vuelta para irse enojado por la actitud tan ridícula e hiriente de su
madre. Claro que no iba a decirle a Tom, sabía que él se sentiría mal y a él
eso no le gustaba. Saco su celular y marco al celular de su gemelo. Caía la
contestadora ¿Dónde diablos se había metido ahora?
ayyyyy que cosas por dios me encanto como siempre y espero que subas pronto un beso
ResponderEliminarowwwwwwwwwwww *u* malditos tanta miel *u*
ResponderEliminarme encanto *u*